lunes, 13 de agosto de 2018

Betty: Una mujer valiente y esforzada

Por: Colectivo Voces 89.4 F.M.

Esta es una de las tantas historias de vida que nos encontramos en las veredas, barrios y calles de la Santa Marta; que nos llevan a valorar y conocer el corazón de aquel que juzgamos a simple vista. 

“A la orden mi amiga, bien baraticas” éstas son las palabras de la señora Betty Zabaleta, cada vez que pasan los transeúntes por la calle 17 con carrera quinta de la ciudad de Santa Marta. Una mujer de 62 años, de tez oscura, corpulenta y cabello corto que deja ver a simple vista sus orejas; con una mirada triste y turbia, que refleja lo cansada y dolida que se encuentra. 

Betty, Nació  en San Pablo, Bolívar, quedó huérfana a los ocho años de edad, motivo que llevó a su padre a trasladarse al vecino país de Venezuela para brindarle un mejor futuro. Siendo la menor y única niña de los ocho hermanos, se destacó por ser trabajadora, fuerte y una mujer pujante.

Estando en condiciones cómodas con su familia en el vecino país, tuvo que vender e ir soltándose de aquello que obtuvo con mucho sacrificio como lo fue su casa y negocio,  todo esto para regresar a Colombia, puesto que Venezuela comenzó a entrar en crisis económica. 

Con un año y medio de estar viviendo en el barrio Cristo Rey y dedicarse a la venta de guaireñas (sandalias típicas Wayuu) en la calle 17 con carrera quinta, en pleno semáforo; la señora Betty sufre la pérdida de su hijo en el mundo de las drogas, día y noche está pensando en cómo ayudar al joven de 22 años que vio nacer y crecer.

“Lo que vendo me alcanza para pagar la pieza de 50 mil pesos y a veces para comer, esto puede que sea difícil, pero es mucho más difícil ver a tu hijo relacionarse  con personas que lo llevan a las drogas”; afirma la señora Betty. Confiando plenamente en Dios, esta mujer sueña con un mejor futuro, un futuro en el que su hijo sea aquel joven doctor que siempre ha deseado. 




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