jueves, 30 de abril de 2020

FORTALECE TU FE

Queridos hermanos sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas, fieles laicos:

Reciban mi fraterno saludo en el Señor Resucitado.

Últimamente hemos estado recibiendo de personas, grupos de fieles, de sacerdotes incluso, manifestaciones que muestran el deseo ferviente de tener nuevamente los templos abiertos, participando de la Eucaristía sacramentalmente, encontrándonos con los hermanos en el seno de la comunidad. Es realmente esto algo muy valioso de tener en cuenta porque muestra el amor de todos a la Eucaristía, su sentido de Iglesia, su pertenencia a la comunidad cristiana.

Entiendo esta preocupación porque indica la importancia central que le damos a los sacramentos de la Iglesia, especialmente la Eucaristía, para nuestra vida fe, y lo que significa un encuentro con el Señor mediado por la comunidad; a ello se añade otro ingrediente como es el de la incertidumbre que tiene que ver con el sostenimiento económico de nuestras parroquias.  

Sin embargo, quiero invitarles a considerar este momento transitorio como una prueba que nos permite fortalecer nuestra fe. En ese sentido los invito a todos a ejercitarnos en la paciencia, a calmar nuestra ansiedad, siendo conscientes de la necesidad primera de cuidar y proteger la vida humana. Se trata de un compromiso que tenemos todos de ser responsables de la vida de los demás y de la propia. 

A propósito, entiendo que la presidencia de la Conferencia Episcopal le ha propuesto al gobierno unos protocolos a seguir para la reapertura. Se espera la respuesta. Mientras tanto, hemos de pedir al Señor que nos conceda la gracia de prontamente volver a vivir con toda la normalidad del caso nuestra vida cristiana y nuestra participación en los sacramentos de la Iglesia. De alguna forma, como se dice, en la oración le expresamos al Señor el deseo que alimenta y alienta la esperanza.

Por ahora, los sacerdotes se han valido de los medios virtuales para comunicarse con los fieles y para ofrecerles la posibilidad de participar de otra manera de la Eucaristía, sin olvidar que esto es algo completamente diferente a la participación sacramental y a la vivencia física en el seno de una comunidad. Como lo advertía el Santo Padre, lo actual   es algo transitorio por las circunstancias, por lo que debemos estar pendientes de no prolongar como una cosa normal las experiencias virtuales de fe que ahora vivimos.

Por lo tanto, ahora es importante perseverar en la paciencia, ejercitarnos en esta virtud, en la serenidad, en la tolerancia, con la esperanza de que prontamente retornaremos a la normalidad. ¿Cuándo? No lo sabemos. Me parece que hemos de estar atentos a las indicaciones que nos van dando las autoridades que se asesoran de expertos en la materia.

Para concluir, me permito ofrecerles, especialmente a los impacientes, una serie de principios que he tenido la oportunidad de ir decantando en medio de nuestro confinamiento:

. Dios continúa derramando su gracia sobre todos nosotros aun en medio de la carencia de la vida sacramental.

. Las pruebas, antes que debilitar nuestra fe, han de fortalecerla. 

. A pesar de la imposibilidad de encontrarnos físicamente continuamos viviendo la comunión eclesial con nuestros hermanos en la comunión de los santos porque hacemos parte del Cuerpo Místico de Cristo.

. La vida humana es un bien supremo que nos regala Dios, que cuando se hace más urgente su cuidado, mayor ha de ser nuestra solicitud en protegerla. 

. El buen Pastor defiende a las ovejas del peligro que las acecha y da la vida por ellas, incluyendo las amenazas a la vida presente que contiene en germen la vida eterna.

. La virtud escatológica de la esperanza se acrecienta en el desear pacientemente.  

. De los males Dios sabe sacar bienes para nuestro provecho.

Dios los bendiga, y bendiga sus familias y comunidades. Que Él, por intercesión de la Santísima Virgen María, nos conceda la gracia de encontrarnos prontamente de nuevo.


                                                                         + Luis Adriano Piedrahita Sandoval

                                                                            Obispo de Santa Marta 







lunes, 20 de abril de 2020

CONFÍA EN DIOS: MONS. LUIS ADRIANO PIEDRAHITA

Por: Comunicaciones Diócesis de Santa Marta

En la solemnidad de la Divina Misericordia el pasado domingo 19 de abril, el Obispo de Santa Marta, Monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, pidió en la homilía de le Eucaristía transmitida por el Facebook Live de la Emisora Voces 89.4 FM poner la confianza en Dios. Según Monseñor, “es ineludible en estos momentos de pandemia dejar que la luz del Evangelio ilumine nuestros pasos en medio de las penumbras del presente”. 

Con amor de padre y pastor, nos pregunta: “¿Podremos acaso desconfiar de la acción providente de Dios al reconocer agradecidos tanta efusión de dones que el Señor en su misericordia nos ha concedido por su muerte y resurrección?”. Esta petición del Obispo viene bien cuando crece la intranquilidad debido al incremento del número personas contagiadas, tanto en Santa Marta como en otros puntos del departamento. 

Dicha petición brota del mensaje de la primera lectura de ese día, pues así se cumple la profecía de Isaías: “Miren que realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan?” (43,18b). Se trata de una labor que Dios siempre hace: “En esta tierra desolada, nos decía el Papa en alusión a la calamidad que vivimos, el Señor regenera la belleza y hacer renacer la esperanza. Dios jamás abandona a su pueblo, está siempre junto a él, especialmente cuando hay dolor”.

Monseñor Luis Adriano dejó claro que: “estamos llamados a creer sin haber visto, tan solo sustentados en la fe de aquellos testigos calificados, que creyeron en la palabra de los ángeles, y en los signos externos, que lo reconocieron en sus posteriores apariciones, que estuvieron con él viéndolo hacer todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén, haciendo el bien y curando a todos los que estaban bajo el dominio del demonio, que comieron y bebieron con él después de resucitar de entre los muertos”. 

Con este mensaje de confianza en Dios, los fieles vivieron este domingo llamado de la Divina Misericordia y reconocieron en el rostro de Cristo el rostro misericordioso de Dios Padre en Pascua, cuando somos llamados a contemplar de una manera especial el rostro glorioso de Cristo resucitado y a dejarnos comunicar de Él su vida pascual, o sea, la novedad de vida que se nos ha participado en el bautismo. 










jueves, 9 de abril de 2020

FELICIDADES QUERIDOS SACERDOTES

“Hoy Jueves Santo, día en el que Cristo nos amó hasta el extremo (cf. Jn 13, 1), hacemos memoria del día feliz de la Institución del sacerdocio y del de nuestra propia ordenación sacerdotal. El Señor nos ha ungido en Cristo el óleo de alegría y esta unción nos invita a recibir y hacernos cargo de este gran regalo: la alegría, el gozo sacerdotal. La alegría del sacerdote es un bien precioso no sólo para él sino también para todo el pueblo fiel de Dios: ese pueblo fiel del cual es llamado el sacerdote para ser ungido y al que es enviado para ungir (Francisco, Abril 17 de 2014).

Hermanos sacerdotes: Doy gracias a Dios por el don del sacerdocio de todos ustedes y le pido que el don de la alegría sacerdotal permanezca en ustedes siempre y el gozo de Jesús sea en ustedes colmado.  FELICITACIONES.

Buen inicio de Semana Santa en la Diócesis de Santa Marta transmitida por medios de comunicación

La Semana Santa 2020 es igual y a su vez distinta a todas las que hemos vivido. Igual debido a que como siempre, celebramos el misterio pascual de Jesús: su pasión, muerte y resurrección. Esto impacta y se prolonga en nuestras vidas; pero es distinta porque que este año hay «encierro colectivo» provocado por el Covid-19. 

Frente a esto, Monseñor Luis Adriano Piedrahita, aplaudió el ingenio de la mayoría de los sacerdotes para mantener comunicación pastoral con sus fieles a través de los medios virtuales. Por su parte Monseñor, desde la casa episcopal celebra para toda la diócesis los principales oficios, con la ayuda de la emisora Voces 89.4 FM y de la Página Web de la diócesis.

La Eucaristía del Domingo de Ramos fue a las 9:00 de la mañana con transmisión en directo a través del Facebook Live de la Emisora Voces y la página web diocesisdesantamarta.org, y se sumaron a esta transmisión: Hoy Diario del Magdalena, El Informador, Seguimiento.co, Opinión Caribe, Bahía Linda, Campo Televisión, emisoras comunitarias de los pueblos, entre otros. Hasta el momento aparecen 8.941 personas alcanzadas, 3.700 reproducciones, 67 veces compartido, 1.537 interacciones, 148 comentarios. Esto muestra la efectividad del trabajo implementado por Monseñor Luis Adriano y el alto grado de aceptación de los creyentes.




¿POR QUÉ ESTA SEMANA SANTA ES DISTINTA DE LAS DEMÁS?

Por: P. Jorge Armando Castro

Esta pregunta es similar a la que cada año se hace durante la cena pascual judía. En un momento concreto de dicha cena, el niño más pequeño pregunta: ¿Por qué esta noche es distinta de las demás noches del año? ¿Por qué esta noche solo comemos pan sin levadura? Las otras noches podemos comer toda clase de hierbas, ¿Por qué esta noche comemos solo hierbas amargas? Y el padre de familia o el abuelo (es decir, el mayor de los presentes) responde: «Nosotros éramos esclavos del Faraón en Egipto, y el Señor nos sacó con mano poderosa» (Cf. Deuteronomio 6, 21; 21, 28). Esta escena expresa, en lenguaje rabínico, que la respuesta a la pregunta por lo «novedoso» proviene siempre de lo «permanente». 

En nuestro caso, pareciera que la novedad de la Semana Santa del año 2020 es evidente y que tuviera nombre propio. Es cierto que el mundo entero vive una situación insólita y peculiar. Sin embargo, si nos quedamos únicamente en lo que aparece ante nuestros ojos, en la tiniebla que parece hacerse más oscura, podríamos correr el riesgo de fijarnos solo en lo pasajero y descuidar lo permanente, aquello que una mirada «litúrgica» nos invita a ver. Dicho en positivo: estamos ante una oportunidad fantástica para descubrir, una vez más, que la Semana Santa – y todas las celebraciones cristianas– tienen unos elementos que son «siempre iguales» y otros elementos «siempre distintos».

La tradición en torno a la «Gran Semana», no apareció en un solo momento, sino que fue tomando forma, poco a poco, durante cientos de años: todo comienza cuando se reservó un domingo del año para celebrar con intensidad «la pascua del Señor». Tiempo después, para recordar que esta pascua fue real e histórica, se añade la celebración de la muerte del Señor; y para conmemorar la institución de la Eucaristía, la «Última Cena». Así llegamos al siglo cuarto. Mientras tanto, el sábado santo se consolidaba como día de ayuno absoluto y preparación para «la madre de todas las vigilias»: la Vigilia Pascual. Finalmente, hacia el siglo VIII, a partir de una fiesta local de Jerusalén, surge el «Domingo de Ramos». Desde entonces, con modificaciones menores, la Iglesia celebra el misterio de la fe bajo un esquema similar.

No faltará quien piense que este año tiene una gran novedad: el «encierro colectivo» provocado por una pandemia inédita. Aun así, esta realidad tampoco es del todo nueva, pues en los inicios de la Iglesia, durante el Imperio Romano, los cristianos tuvieron que celebrar su fe a escondidas. También hubo dificultades durante la peste negra del siglo XIV, cuando murieron unos 200 millones de personas. Pero hay más: muchos cristianos en la actualidad ya tenían previsto celebrar la Semana Santa en sus casas, pues viven en países donde el hecho de ser cristiano puede llevarlos a la cárcel o a la muerte.

Así las cosas, podemos llegar a una conclusión: lo que la celebración de la Semana Santa tendrá de «diferente» no será el modo de materializar una tradición, o las estrategias desarrolladas para hacer frente a las nuevas circunstancias, pues, a nivel humano, «no hay nada nuevo bajo el sol» (Eclesiastés 1, 9). Debemos buscar la novedad, por tanto, en algo que esté más allá de la historia, y que sea siempre nuevo, incluso, en acciones aparentemente repetidas. Nos referimos concretamente a la acción de Dios Padre, en Jesucristo, por el Espíritu Santo. Aquí está la clave de la Semana Santa, de la liturgia de la Iglesia, y de la historia de cada ser humano: en la eterna novedad de la acción de Dios en todos los hombres y en cada hombre.

A través de la acción trinitaria, la muerte redentora de Cristo se hace actual en el sacramento de la penitencia y en la vivencia de los sufrimientos llevados con fe. La resurrección del Señor se actualiza y se hace nueva en nuestra redención y en nuestra vida alegre y esperanzada; y todo ello, de modo real y sacramental, se pone frente a nosotros, hoy y ahora en cada Eucaristía. Allí el Espíritu Santo hace posible que tú y yo podamos experimentar que «el sepulcro está vacío», porque Jesucristo está vivo y presente en el «hoy» de la historia, no con una presencia meramente espiritual, sino también en la materialidad de tu vida, en el contexto del mundo que nos rodea. Es aquí donde se combinan lo permanente y lo variable del misterio de la fe cristiana.

Todo esto nos coloca frente a la «Gran Semana» con una perspectiva más amplia, todas ellas muy positivas: por una parte, podremos celebrarla de modo similar al de los primeros cristianos y al de los miles de hombres y mujeres que, aún en pleno siglo XXI, no pueden celebrar la Semana Santa como nosotros estamos acostumbrados a vivirla. Pero por otra parte, tendremos la ocasión de descubrir cómo, en medio de las tinieblas que hoy han cubierto al mundo, como en tantos momentos de la historia, el poder de Jesucristo resucitado sigue llenando nuestros corazones de una alegría y esperanza que nos permiten afirmar: «la muerte ya no tiene poder sobre Él» (Romanos 6, 8).

Con esta mirada optimista – que no da la espalda a la realidad, sino que la afronta con una mirada de fe – volvemos a preguntar como el niño más pequeño de la cena pascual: ¿por qué esta Semana Santa es distinta de las demás? Y nuestra madre la Iglesia nos responde, hoy como siempre: porque éramos esclavos del pecado, pero Jesucristo ha vencido la muerte, nos ha devuelto la alegría, y nos ha traído una luz que ninguna tiniebla podrá apagar.





DOMINGO DE RAMOS

Por: P. Robin Argel

“Bendito el que viene en nombre del Señor” Mt. 21, 9

¿Qué es el Domingo de Ramos?

Es el día que introduce a la celebración de la semana santa.

La tradición cristiana celebra, conmemora y actualiza, los misterios de la pasión del Señor en el marco de una semana anual- del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección-

Este día comporta en sí mismo un doble contraste:

Por una parte, la liturgia de la bendición de los ramos y de la procesión que recuerda el júbilo que expresaron los habitantes de Jerusalén cuando Jesús hacías u entrada triunfal a la ciudad, donde fue proclamado como Hijo de Dios (Mt 21, 1-11). Esto hace que sea una celebración festiva y de triunfo a través de la cual, con cantos alegres también lo proclamamos como Rey y Señor.

Por otra parte, en la liturgia de la Palabra de este día se proclama la pasión del Señor para introducir y preparar a la celebración del misterio pascual (Mt 26, 14-27,66). Este día entonces, inaugura el tiempo de gracia que celebra los misterios de la pasión y muerte del Señor, La Pascua.

¿Qué se celebra el Domingo de Ramos?

Para decirlo de una vez, hay tres acontecimientos que se conjugan en este domingo:

El fin del tiempo de la cuaresma

El inicio de la Semana Santa de la pasión del Señor

La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén

Son tres expresiones conmemorativas en una misma celebración que coloca al cristiano en el camino con Jesús para vivir con él los misterios de la pasión. Por lo tanto, no debe celebrarse como un acontecimiento meramente histórico sino, como ya lo decíamos, conmemorando y actualizando hoy los misterios que nos alcanzaron la vida eterna.

¿Cómo celebrar el Domingo de Ramos?

La misma estructura de la celebración conduce a tres actitudes celebrativas concretas:

Una primera actitud es la de contemplar el rostro de Cristo que se hace cercano y acompaña a los creyentes en este periodo concreto de calamidad pública en el mundo y en Colombia. Cristo no está ausente, él acompaña a sus discípulos de todas las épocas en las diversas circunstancias de vida.

La entrada de Jesús en Jerusalén es un acontecimiento gozoso, así lo narra el evangelio de san Mateo que escuchamos en la bendición de los ramos y al inicio de la procesión. El creyente de hoy, igual que aquella multitud, también debe manifestar la misma alegría, porque el mismo Señor que hizo su entrada en Jerusalén es el mismo, que hoy hace historia con los que siguen creyendo en Él y celebran con fe el Domingo de Ramos.

Una tercera actitud es la de fortalecer la fe a la luz de la pasión del Señor, cuyo relato se proclama hoy. Jesús entra en Jerusalén entre aplausos, gritos de júbilo y reconocimiento de su señorío, pero luego pasa por el dolor, la humillación y la cruz para luego mostrar su rostro resucitado a los que se mantenían fieles y seguían acompañándolo pese al aparente fracaso.

También el creyente de hoy, concretamente nosotros, pasamos como Jesús por momentos de tristeza, incertidumbre y de calamidad pública, pero no nos quedamos sumergido en la tristeza pesimista sino, que nos abrimos a la esperanza de regocijarnos muy prontamente cuando pase el riesgo de contaminación y enfermedad de la mano de Aquel que ha resucitado para estar con su pueblo. El rostro de Jesús va delante de nosotros. Con estas reflexiones los invitamos a vivir con alegría, fervor, y esperanza la semana santa.











jueves, 2 de abril de 2020

Con 77% de aprobación, el Gobernador de Magdalena Carlos Caicedo lidera ranking de gobernadores con mejor gestión frente al Covid-19: Cifras y Conceptos

Fuente: Comunicaciones Gobernación del Magdalena

• Con el 76,8% de aprobación según la firma Cifras y Conceptos, el gobernador del Magdalena logra la calificación más alta del país entre 32 mandatarios.

• La alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, sobresale también con la misma calificación, consolidando así un binomio político inédito de “gobiernos de cambio” en la región.

• A pesar del gran reconocimiento entre los magdalenenses, el gobernador Caicedo advierte la necesidad de seguir trabajando incansablemente pues “la pandemia apenas empieza”.

A un mes de haberse desatado la crisis por el nuevo coronavirus en Colombia, el primer mandatario del departamento del Magdalena, Carlos Caicedo, obtiene la calificación más alta de un gobernador frente al manejo de la pandemia en el país. 

Así lo revela la última encuesta de Cifras y Conceptos, que con un 76.8 % de aprobación confirma que el repertorio de medidas tomado por el mandatario para disminuir la propagación del contagio, es reconocido y valorado por los magdalenenses.

La aprobación del gobernador se ubica incluso por encima de la calificación a presidente de la República, Iván Duque, quien sale con 61.7 %; y sobre gobernantes de otros departamentos con mayor capacidad económica e institucionalidad, como Nicolás García de Cundinamarca, con 72.4 %; Elsa Noguera del Atlántico, con 71.8%; Clara Luz Roldán del Valle del Cauca, con 71.0%; y Aníbal Gaviria de Antioquia, con 69.9%.

¿Qué medidas ha tomado el gobernador Carlos Caicedo?:

Visión, proactividad y compromiso social han sido sin duda los derroteros que han guiado las decisiones del mandatario, quien desde el primer momento le apostó a medidas drásticas de aislamiento, así:
•         Marzo 13 (siete días después del primer caso oficial): Emergencia Sanitaria
•         Marzo 16: Toque de queda.
•         Marzo 22: Cuarentena obligatoria “24 Días por La Vida”.

Entre otras medidas igualmente importantes, se destacan el cierre de las playas y parques naturales; la creación del Banco de Alimentos y Ayudas; decisión de traslados presupuestales por 200 mil millones de pesos de inversión a la atención de la crisis durante 2020; el giro de recursos al Hospital Julio Méndez por más de 8 mil millones de pesos así como la entrega de 500 kits de bioseguridad al personal médico y administrativo del hospital; el comodato con la antigua clínica Saludcoop en Santa Marta a fin de aumentar el número de camas de UCI’s; la creación del programa “Médico a tu Casa”; gestión de acuerdos con hoteles locales para disponer de 1.000 camas adicionales para la red hospitalaria y, finalmente, y hasta las 11 de la noche de hoy, el departamento realiza una donatón digital #MagdalenaSolidario, sumando 400 millones en su primer día y personalidades como Carlos Vives.

Por su parte, la alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, quien también obtuvo la misma aprobación de 76,8%, añadió: “estos resultados nos llenan de satisfacción porque son un reconocimiento al liderazgo y al trabajo en equipo. La confianza que tienen los samarios en nuestros gobiernos de cambio tiene su raíz en el trabajo que inició el hoy gobernador Caicedo en su primera alcaldía y continuó Rafael Martínez. Estamos demostrando que la unión hace la fuerza y seguiremos trabajando para cumplirle a los samarios y los magdalenenses en esta pandemia”.

No obstante los positivos resultados de la encuesta, Caicedo llamó a todo su equipo a tomar la favorabilidad como la mayor responsabilidad: “la pandemia apenas empieza y lo más duro está por venir. En nuestro departamento no dudaremos en seguir tomando medidas drásticas y aplicándolas con todo el rigor, priorizando también las ayudas a quienes más nos necesitan. Llamo a toda la ciudadanía a seguir acatando la cuarentena y a cuidar de su vida y la de todos. Demostraremos que somos un pueblo grande y que saldremos adelante unidos”.




ORACIONAL CRISTO EN MEDIO

El Oracional Diario Cristo en Medio es una herramienta que le permite a sus lectores acercarse a Dios a través de la Palabra Diaria. La edición del mes de abril la pueden encontrar dando en el siguiente click en el siguiente link. 

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