Producto de las fuertes lluvias que se han presentado en la ciudad de Santa Marta, en un sector del balneario de Taganga en lo que los nativos conocen como pie cerro se cayó el trupillo que por muchos había acompañado a los Tagangueros y visitante al frente del establecimiento comercial La Ballena Azul. Esto obstaculizó el tránsito de la vía principal que funciona como espacio de atención al público, debido a esto la comunidad se comunicó con funcionarios de la Oficina para la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático (OGRICC) y de la Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios de Santa Marta para que realizaran las labores de retiro del lugar.
Algunos miembros de la comunidad se oponían a la erradicación total de la antigua planta por el significado generacional y sentimental que tenía para ellos, proponían salvarlo levantándolo y colocándole un refuerzo hasta lograr acercarlo a su forma natural. Otros estaban de acuerdo en que se talara desde la raíz porque este órgano ya se había desprendido de la superficie y en un futuro podía representar un riesgo para los bañistas que visitan la playa y refrescan bajo su sombra.
Finalmente con la ayuda de una motosierra lograron erradicar el milenario trupillo que por mucho tiempo brindó compañía a propios y visitantes en Taganga. Practicada esta acción defensores del medio ambiente se pronunciaron airadamente y exigen una respuesta fundamentada a la dirección del Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental (DADSA) por su proceder ante lo ocurrido, además de lo anterior el estado actual del árbol había sido informado a esta entidad porque ya venía presentando alguna debilidad.
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