Por: Julibeth Quintana

En sus deseos de ser social y como fieles creyentes de Dios, de manera desinteresada, los días miércoles. Nicolás Papadimitriu y Beatriz Barros, la pareja de la que les hablo; se reúnen con un grupo de treinta niños del barrio la paz, con necesidades afectivas y dificultades en sus procesos de aprendizajes.

Para Nicolás y Beatriz, es una bendición de Dios formar parte del equipo de formadores de la Fundación Social Voces, porque en el recorrido de esta experiencia ellos han aprendido que vale la pena jugársela por transformar la realidad de estos niños, ayudándoles a mejorar sus actitudes, su carácter y la manera de interaccionar con sus iguales.
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