El hecho ocurrió el viernes pasadas las 3:00 pm. En el asalto hurtaron el computador donde se almacenaba información sensible de la parroquia y el teléfono celular de la secretaria.
Por: Gennys Álvarez
Eran las 3:22 pm del viernes cuando al despacho parroquial ingresó un hombre con un arma de fuego con el fin de hurtar los objetos de valor que María Celina Suárez, secretaria de la parroquia Jesús Divina Misericordia, tenía en el momento. La mujer entrando en pánico accedió a las pretensiones del presunto delincuente y le entregó además de celular personal, el computador que estaba sobre el escritorio en el cual se almacenaban los datos contables y los documentos eclesiales. “Cuando alcé la mirada estaba un tipo apuntándome con un arma y me dijo que me quedara quieta; me quitó el celular de la mano y me pidió el computador en el cual había toda la información con respecto a partidas de matrimonio, bautizo y confirmaciones y la parte contable”, dijo Suárez quien intentó salir a pedir ayuda pero al notar que el hombre hizo ademán de regresarse se asustó y se refugió una panadería cerca desde donde pudo llamar al sacerdote encargado.
El hecho fue puesto en conocimiento de los fieles en las misas del domingo, donde el párroco Harol Tejada reprochó este acto y lo catalogó como una profanación ya que en la recién construida iglesia además del espacio para las celebraciones religiosas, se habilitó una oficina para la atención de la comunidad, quedando todo en una misma estructura. El clérigo aduce que este tipo de hechos se debe al notable crecimiento poblacional en este sector, lo cual se convierte en un campo oportuno para delinquir. Además el religioso denuncia que las autoridades de Policía no hacen presencia en este sector oriental de la ciudad: “Este hecho empaña la labor de la policía porque sinceramente brillan por su ausencia, ni por equivocación entran aquí al sector, pasan derecho, no sé a dónde van. No sabemos las razones por las cuales la presencia de la policía es muy escasa”.
El padre Tejada piensa que el tema de la seguridad además de ser una labor policial, es un tema comunitario: “La principal solución que tenemos que implementar es cuidarnos entre nosotros. Yo creo que es culpa de todos si estas cosas suceden, porque nosotros debemos cuidar al vecino y ayudar al otro”. Esto lo mencionó porque personas avistaron a los sospechosos y nadie alertó a los vecinos del templo.
El proceso fue puesto en manos de la Fiscalía quien adelanta las pesquisas para hallar con los autores materiales e intelectuales del hecho. Asimismo este suceso sirvió como oportunidad para realizar un consejo comunitario urgente donde participe el nuevo comandante de la Policía Metropolitana, Coronel Gustavo Berdugo, y este pueda escuchar las necesidades de toda la comunidad en materia de seguridad. “Hacemos un llamado a la comunidad para que hagamos un encuentro, aquí en la parroquia o en otro sitio, para que podamos quejarnos, decir cuáles son los problemas de seguridad y decidir qué soluciones se van a implementar”, dijo el sacerdote Harol Tejada quien elaborará la respectiva carta solicitando esta reunión.
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